Los conductos lagrimales son pequeños tubos en las esquinas interiores de los ojos que drenan las lágrimas hacia la nariz. Normalmente, las lágrimas circulan a través del ojo desde la esquina exterior hacia la nariz, donde son depositadas en el sistema del canal lagrimal.
En los recién nacidos puede haber un bloqueo parcial o total del sistema del conducto lagrimal que se hace evidente debido a un derrame continuo de lágrimas desde el ojo, incluso pueden caerle por las mejillas.
El tratamiento osteopático consiste en abrir o desobstruir el conducto lacrimal, mediante maniobras craneales y faciales muy suaves y mediante un pequeño masaje de drenaje para ayudar a drenar las lágrimas.
Su bebé puede tener un lagrimal bloqueado cuando:
Episodios de llanto intenso y enérgico al menos 3 horas al día, 3 días a la semana durante al menos tres semanas en un bebé sano y bien alimentado.
Se trata de pequeñas deformidades que se crean en la cabecita del bebé tras su salida a través del canal del parto y que no han sido resueltas de manera natural por sí mismas (con la succión, el llanto…). Deben ser valoradas y tratadas con la mayor brevedad posible para evitar síntomas derivados de éstas.
Afectación respiratoria debido al acúmulo de mocos/secreciones en las vías respiratorias. Con pequeñas maniobras, ayudamos a expulsar los mocos, mejoramos la movilidad de la caja torácica y evitar posibles complicaciones.