Los bebés adoptan una posición específica si se trata de un cólico. Éstos doblan las piernas, cierran los puños, se ponen rojos y el abdomen se les pone duro con la forma de un tonel debido a la contracción del colon.
Los cólicos del lactante se deben a una inmadurez del sistema digestivo del bebé. En muchas ocasiones, si existe compresión del nervio vago (encargado de la función del sistema digestivo) a nivel de su salida del cráneo (agujero rasgado posterior que se encuentra entre el occipital y el temporal)o a lo largo de su recorrido, la función del sistema digestivo puede verse alterada y darse los cólicos del lactante.
El tratamiento fisioterapéutico y osteopático consiste en valorar por un lado la esfera craneal y asegurarse de que no existen solapamientos o tensiones que estén influyendo sobre la inervación del tubo digestivo. Por otro lado, ha de hacer un análisis de la región abdominal para detectar restricciones de movilidad. Una vez realizada la inspección, se realizarán suaves maniobras sobre su abdomen y su cráneo para intentar normalidad la función del aparato digestivo.