Algunos de los hechos que pueden condicionar el transcurso de la recuperación de la paciente pueden ser:
- Si ha sido cesárea o parto natural.
- Si la paciente ha sufrido un desgarro o le han tenido que realizar una episiotomía.
- Dimensiones y tamaño del bebé.
- Peso ganado por parte de la madre dentro del embarazo.
- Número de embarazo.
- Complicaciones en el embarazo o parto.
- Cuadro uroginecológico previo al embarazo.
Por todo ello, la primera valoración individual de la paciente se realizará entre la semana número 4 y 6 después del parto. En dicha valoración se examinarán, entre otros, los siguientes aspectos:
- Postura y estado de las diferentes estructuras osteomusculares tras el parto.
- Calidad y funcionalidad de la musculatura abdominal.
- Calidad y funcionalidad de la musculatura perineal.
- Estática visceral (útero, vejiga, uretra, recto…).
- Estado de las posibles cicatrices.
Y se decidirá si el postparto de la paciente será:
- Exclusivamente en sesiones individuales:
Dirigido a las mujeres que presenten patología más complicada. Técnicas de trabajo individuales.
- Postparto mixto:
Aquellas mujeres en las que se hará el postparto grupal preestablecido además de sesiones individuales para abordar temas más concretos y llevar un control de la evolución.
Se determinará entonces el protocolo de actuación más adecuado a la paciente, estableciéndose la duración del mismo y las técnicas que se irán a realizar para su correcta evolución.