La infertilidad: ¿Qué pasa cuando no pasa? (I)

Os invitamos a todos a que nos acompañéis durante las siguientes entradas de nuestro blog puesto que, de un modo especial y personal queremos dar voz a una problemática cada vez mas presente en nuestra sociedad: la infertilidad.

Desde que fisioterapia Hegoa se creó y vio la luz, uno de nuestros principales propósitos ha sido y es poner nuestro granito de arena tanto a nivel profesional y técnico como humano en ayudar a aquellas parejas que están teniendo dificultades para concebir un bebé.

Según la OMS la infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de relaciones sexuales no protegidas.

En cuanto a la incidencia, según los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay entre 60 y 80 millones de parejas infértiles en el mundo. Casi un 10% de éstas presentan síntomas de esterilidad primaria, es decir, no han podido lograr un embarazo después de un año de relaciones sexuales sin protección.

Por otro lado, en torno al 25% sufren esterilidad secundaria: parejas que han logrado al menos un embarazo, pero tienen dificultades para volver a concebir.

Según se puso de manifiesto en el último Congreso Nacional de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), en España hay más de 800.000 parejas estériles, una cifra que crece de forma gradual y a un ritmo de 16.000 casos por año.

Nuestro país fue uno de los pioneros en aplicar las técnicas de reproducción asistida y en regularlas ya en 1988. Las técnicas de reproducción asistida incluyen la fecundación in Vitro y la inseminación artificial.

Las causas que pueden impedir a una pareja lograr el embarazo son múltiples. Se considera que alrededor del 30% de los casos tienen una causa de origen femenino, otro 30% tienen de origen masculino y en el resto de casos los motivos son de causa mixta o desconocida.

Entre las causas femeninas de la infertilidad, el factor más importante es la edad de la mujer en el momento de intentar concebir. La calidad y cantidad de los óvulos que dispone una mujer disminuye con la edad, especialmente a partir de los 35 años en adelante.

Entre las principales causas masculinas de la infertilidad, se encuentra la disminución de la calidad del semen en la especie humana, especialmente en las sociedades más avanzadas. Las causas de esta disminución pueden encontrarse en la exposición a tóxicos durante la etapa fetal, el estrés y otros factores relacionados con el estilo de vida.

A pesar de esto, existen otras causas funcionales o mecánicas que pueden estar intercediendo en el objetivo de lograr un embarazo. Es en este tipo de factores en los que se trabaja con el tratamiento de la fisioterapia especializada.

Ejemplos de estas causas

Alteraciones en la columna, en el eje cráneo-sacro o bien disfunciones en la biomecánica craneal, ya que pueden repercutir en la correcta función del eje hipotálamo-hipofisario y por tanto en los órganos sexuales.

Adherencias abdomino-pélvicas causadas por procesos inflamatorios, infecciosos, traumatismos o cicatrices post-cirugía.

Cualquier lesión del hueso sacro, situado al final de la columna, va a repercutir directamente en las torsiones, tensiones y los malos mecanismos del útero y del cuello uterino, lo que puede sobreestimular el sistema neurológico y vascular y comprometer la función cíclica, dificultando así la concepción.

Trastornos digestivos.

Accidentes y/o caídas.

• Mujeres con problemas de endometriosis presentan frecuentemente infertilidad, ya que las adherencias ocasionadas en esta patología dificulta la correcta movilidad y funcionalidad de los órganos reproductivos.

Problemas biomecánicos de la pelvis y columna pueden repercutir en la movilidad uterina.

Deficiencia nutricional y una excesiva retención de desechos tóxicos en el organismo: consumo excesivo de lácteos, azúcares, alcohol…

• Todas las situaciones que resultan de un organismo acidificado (ya sabemos pH7), contribuirá a problemas en la fertilización, pues destruirá cualquier célula o tejido vital que acoja, (observemos que distintas partes del cuerpo requieren distintos ambientes iónicos, pHs diferentes).

Por norma general, después de todas las pruebas realizadas por los médicos, hay aspectos que no se valoran como son la movilidad y la correcta funcionalidad de las estructuras que hemos explicado anteriormente.

Para llegar a un buen diagnóstico primeramente se ha de hacer una exploración de todo el cuerpo en su conjunto y en específico se han de investigar todas las estructuras con pérdida de movilidad relacionadas con el útero, tanto a nivel estructural y neurológico como a nivel vascular.

Los objetivos del tratamiento fisioterápico pasarán por mejorar la movilidad de todas las estructuras hipomóviles, reducir la congestión, mejorar la circulación y reducir la sobreestimulación neurológica para el correcto funcionamiento.

Con esto, si no existe ninguna alteración orgánica de la estructura, el cuerpo de la paciente sería capaz de iniciar un nuevo ciclo menstrual en el que tras la ovulación y fecundación, se produciría la anidación y el fenómeno de la vida contrayendo la unión celular y la formación de un nuevo ser.

Para despedirnos de esta primera entrada, recordaros que en las próximas vamos a tener testimonios reales de parejas que han pasado por este tipo de procesos y tratamientos. No os lo vayáis a perder, puesto que seguro resultada muy interesante para todos.

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